¿Alguna vez habéis visto u oído hablar acerca de los llamadores de ángeles?
Un llamador de ángeles, también llamado bolas de la armonía, es un talismán en forma de esfera de plata, cuyo tamaño, color, y diseño puede variar, y que al agitarlo, emite un agradable sonido, que según la tradición, este sonido avisa a nuestro Ángel guía, el Ángel de la Guarda.
Son muchos los países que se han atribuido su creación por lo que su origen no es fácilmente determinable, pero todas coinciden en que es un símbolo de paz, relajación y meditación, se suele llevar a modo de colgante a la altura del chakra del corazón, también utilizado por mujeres embarazadas para ofrecer protección al futuro bebe y también son empleados en el Feng Shui, con el fin de limpiar el ambiente y renovación de las energías.
Realizada esta breve introducción, compartimos con vosotros esta preciosa leyenda celta sobre los llamadores de ángeles.
Leyenda de los llamadores de ángeles
“Hace mil y miles de años, los humanos vivían junto con sus Ángeles Guías o Ángeles de la Guarda por lo que mantenían un contacto directo. Por alguna razón, se dice que pudo estar vinculada al Pecado Original, tuvieron que dejar de convivir conjuntamente.
Los Ángeles, se sintieron afectados por la pérdida de esta compañía y por eso, regalaron a los humanos estos colgantes de plata y forma esférica, que al agitarlos emitían un sonido equivalente al de una campanilla.
Estos colgantes eran un símbolo de protección. Los ángeles se despidieron de los que hasta ahora habían sido sus compañeros y les explicaron que a pesar de que a partir de ahora no tenían contacto directo, hasta incluso ni se volviesen a ver más en la vida, si por algún motivo se sentían en peligro, desamparados, o tristes, lo único que tenían que hacer es agitar la pequeña esfera. Entonces emitiría un sonido que llegaría hasta los oídos del Ángel Guía -Ángel Guardián- de cada uno, y enseguida acudiría en su auxilio o compañía.”
Los ángeles sólo pusieron una condición que no se podían saltar: el colgante era de uso exclusivo, personal e intransferible, pues cada uno emitía un sonido propio y únicamente reconocible por su Ángel de la Guarda.
En el momento en el que el humano se saltaba esta condición, la magia y protección del colgante desaparecería. Así mismo, explicaron a los humanos, que ese mismo colgante podía ser utilizado por una futura madre y su bebe, durante el proceso de gestación, ya que en esta etapa, madre e hijo son uno y comparten el Ángel Guía. En el momento en que diera a luz, la madre debería decidir si el colgante iba a ser empleado para su protección o para el de su hijo”
Podemos concluir diciendo que el significado del llamador de ángeles, como su propio nombre nos lo indica, es el de llamar a tu ángel guía para que acuda en tu protección. Para ello, es recomendable darse unos minutos de silencio interior y mostrar una actitud como cuando se va al encuentro de una persona que apreciamos, es una cita angélica.
Y que al igual que cualquier otro talismán es necesario realizar una limpieza. Podemos realizarlo empleando un paño blanco y a la luz de la luna llena, dejarlo durante toda la noche recibiendo así un baño de luz purificante. Otra forma muy conocida es lavarlo con agua y sal gorda e imaginar que el agua se lleva todas las malas vibraciones o de energías de otras personas.
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Familiarízate con los ángeles y contémplalos con frecuencia en el espíritu, ya que, sin ser vistos, están presentes a tu lado– Francisco de Sales
Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Conoces la leyenda de los llamadores de ángeles? - De nuestro blog Triskelate
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